sábado, 30 de mayo de 2015

Hambre de Dios

Hambre de Dios


Nosotros también estamos tan saturados o llenos de cosas que rechazamos el panal de miel de Dios. No tenemos hambre de Dios. En Apocalipsis 3:14-16 se le dice a Laodisea que no son ni fríos ni calientes sino tibios. Encima de eso el Señor les dice que son ricos y no tienen necesidad de nada sin darse cuenta de que son desdichados, miserables, pobres, ciegos y desnudos. Sabemos que el rey David era rico; le dejó a su hijo Salomón todo el material para construir el templo, incluyendo todo el oro que se necesitaba. Aún así, en el Salmo 86 admitió que era pobre y necesitado; desesperado por Dios. En Apocalipsis 3:20 leemos que Jesús el Cristo toca a nuestra puerta. ¿Cómo respondemos a Su llamado? ¿Terminamos primero nuestras cosas y luego abrimos la puerta? ¿Necesitamos primero limpiar nuestra casa para abrirle la puerta al Señor? o ¿Corremos a la puerta porque hemos estado esperando desesperadamente a nuestro Amado?¿Alguna vez se te ha antojado una pizza con tus ingredientes favoritos, o haz estado desesperado por ir a casa de tus papás a comer tu comida favorita la cual tu mamá ha cocinado solo para ti? El hambre es el elemento clave para ver si vivimos o no en intimidad con el Señor. Tal vez necesitas ayunar y orar  para nuevamente relacionarte con Dios Nuevamente. Quiero tener hambre del Señor en la manera en que el suelo del desierto se agrieta, desesperado por recibir lluvia. Usualmente es más fácil para nosotros emocionarnos con una nueva película, vacaciones en un lugar exótico o salir por la noche con amigos. Pero de la manera que me emociono con tales cosas, igualmente me encantaría emocionarme por pasar tiempo con mi Señor. Quiero estar saturada de Él y con Él. Vamos a ver el ejemplo de Israel:  en Éxodo 16:4 encontramos
“Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.” Dios ha dicho que iba a dejar llover pan del cielo. Aún así, los hijos de Israel tenían que hacer un esfuerzo cada día para obtener su pan diario. Interesantemente la Biblia declara más: Dios estaba probando a los Israelitas para ver si ellos harían ese esfuerzo diario de juntar el pan del cielo y de igual modo ver si caminarían en Su ley o no. ¿Qué esfuerzo harías tú? ¿Un esfuerzo diario? en Juan 6:35 “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.” Si quieres tener vida, y me refiero a vida real, tienes que escoger vida:  y en Deuteronomio 30:19-20 dise “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.” en Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” ¿Has estado alguna vez saturado con las cosas de la vida y ayunando en las cosas concernientes a la relación con tu Señor? Sugiero que termines ese ayuno empezando a comer el pan del cielo, Jesucristo. Disfruta el estar saturado de Él y con Él. Decide hoy hacer un esfuerzo y juntar tu pan diario. Voy a orar para que tomes una decisión y venzas cualquier cosa que tengas que vencer para pasar tiempo con tu Señor. Que Se te revele así mismo personalmente de una nueva manera, que te sature como nunca antes para que desarrolles una apasionada relación con Él, lo ames con todo tu corazón, alma, mente y fuerza. Amén. en Hebreos 11:6 dise asi “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Ok Amen ......FERH....